PROLEGÓMENOS._ Hace 4 años ya que me acerqué, con ciertas vacilaciones, al recientemente instalado Centro de Acopio en la vía Calceta Canuto de la Asociación Agroartesanal Fortaleza del Valle, hoy, Corporación homónima. Mi intención primaria era obtener un mejor precio por mi cacao. El supervisor me dijo que, por única vez, podía recibirme el cacao sin ser socio, y me envió a afiliarme a la asociación de base mas cercana a la finca productora; en ese tiempo, la Asociación de Campesinos Quiroga.
Acudí con ciertas reservas.Venía de observar la experiencia de mi padre, quien durante los últimos 15 años había tratado infructuosamente de establecer 2 organizaciones de productores agrícolas en la zona, a la que vio morir una y languidecer la otra. En su desesperanza, me dijo: "La única forma de salir adelante es con nuestros propios medios". Esta frase estaba basada no tanto en el pesimismo como en la realidad. Se dice que el campesino manabita se organiza cuando emigra a otros lares, pero dentro de su ámbito geográfico primigenio, es de carácter individualista.
Me afilié, éramos unos cuarenta socios. Empecé a asistir a las reuniones, a participar y a observar. Había una lucha constante por despegar. Me encontré con gente capaz en la dirigencia, que, pese a las limitaciones estaban haciendo un buen trabajo. Al poco tiempo, mis compañeros me dieron un voto de confianza, eligiéndome vicepresidente, y a la vez, delegado a la organización de segundo piso, la Corporación Fortaleza del Valle. Ahora han vuelto a ratificarme su confianza, siendo delegado y esta vez, presidente.
CHOQUE DE REALIDADES._ En estos dos días, nos han visitado varios funcionarios gubernamentales desde las alturas (eufemismo ecuatoriano que significa "desde Quito") como pase de vista ante el proyecto de desarrollo que se nos viene encima. Pidieron visitar una "finca modelo" y una normal. En todas las asociaciones hay uno o dos que sobresalen por su trabajo, en este caso, la visita obligada era donde Luis Zambrano Faubla, quien en su cincuenta abriles dejó la ciudad y su stress por una vida mas calmada en su finca llamada apropiadamente "El Descanso". Sin duda alguna, Luis ha realizado un buen trabajo. Con el empuje que le dio un programa de Anecacao que incluía nuevos materiales genéticos y con el riego apropiado, les está dando excelente producción sus tres lotes de diferentes edades, que fluctúan entre siete y tres años.
Lastimosamente, el caso de Luis no es la norma sino la excepción. Aún persisten en nuestras asociaciones, después de 5 años de haber iniciado el proceso organizativo, socios que no han despuntado en su producción, básicamente porque no han hecho el cambio generacional en sus plantaciones anticuadas, que llegan, a veces, a los cien años. Al visitar en el mismo día estos dos mundos (sí, porque ver la realidad de la mayoría y palpar a lo que se quiere llegar es como ir de un planeta a otro) nos debería causar un examen profundo de nuestra labor dirigencial: A veces nos preocupamos más de los aspectos coyunturales y no apuntamos a la sostenibilidad de la producción. Hacia allá debemos trabajar con ahínco porque esa es una debilidad que nos puede derrumbar el sistema de comercialización a futuro.
CHOQUE DE REALIDADES._ En estos dos días, nos han visitado varios funcionarios gubernamentales desde las alturas (eufemismo ecuatoriano que significa "desde Quito") como pase de vista ante el proyecto de desarrollo que se nos viene encima. Pidieron visitar una "finca modelo" y una normal. En todas las asociaciones hay uno o dos que sobresalen por su trabajo, en este caso, la visita obligada era donde Luis Zambrano Faubla, quien en su cincuenta abriles dejó la ciudad y su stress por una vida mas calmada en su finca llamada apropiadamente "El Descanso". Sin duda alguna, Luis ha realizado un buen trabajo. Con el empuje que le dio un programa de Anecacao que incluía nuevos materiales genéticos y con el riego apropiado, les está dando excelente producción sus tres lotes de diferentes edades, que fluctúan entre siete y tres años.
Hacia donde queremos llegar en productividad: Mata de 3 años de la finca del compañero Luis Zambrano F. en Sarampión |
Lastimosamente, el caso de Luis no es la norma sino la excepción. Aún persisten en nuestras asociaciones, después de 5 años de haber iniciado el proceso organizativo, socios que no han despuntado en su producción, básicamente porque no han hecho el cambio generacional en sus plantaciones anticuadas, que llegan, a veces, a los cien años. Al visitar en el mismo día estos dos mundos (sí, porque ver la realidad de la mayoría y palpar a lo que se quiere llegar es como ir de un planeta a otro) nos debería causar un examen profundo de nuestra labor dirigencial: A veces nos preocupamos más de los aspectos coyunturales y no apuntamos a la sostenibilidad de la producción. Hacia allá debemos trabajar con ahínco porque esa es una debilidad que nos puede derrumbar el sistema de comercialización a futuro.
Finca cacaotera que necesita una renovación: La productividad es muy baja. |
COMO CONCLUSIÓN._Han sido estos años llenos de aprendizaje. Me he sentido parte de un grupo de personas con una fe profunda en la comercialización asociativa y en la fortaleza grupal, hombres y mujeres a quienes les une algo más que la producción de la pepa de oro. Que ha habido fallas, sin duda. Que hay mucho por mejorar, también. Pero creo que con el tiempo, los líderes mejor preparados que vengan después de nosotros nos verán como los precursores, aquellos que abrieron una trocha hasta ese momento inexistente.
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